En un artículo anterior hablábamos de la melodía acompañada, y decíamos que es una de las técnicas de composición más empleadas en la historia de la música. En este artículo os voy a hablar de otra de las grandes técnicas de composición de todos los tiempos: el contrapunto.
El contrapunto (del latín punctus contra punctum, nota contra nota) es la técnica que consiste en combinar varias melodías simultáneamente de manera que suenen bien juntas. La idea es que los cantantes, o los instrumentos, establezcan una especie de conversación musical ordenada y coherente. Dicho de forma específica, este método garantiza mantener la coherencia armónica de la música a la vez que se asegura la independencia de las voces. El contrapunto es el procedimiento más importante para regular el movimiento de las voces en la música polifónica.
El éxito de un buen contrapunto es, por tanto, conseguir que el oyente sea capaz de seguir con claridad cada una de las líneas melódicas. Por eso, a la hora de escuchar una obra contrapuntística, podemos hacerlo a varios niveles: uno, muy general, en el que escuchamos el resultado de la interacción de todas las voces, y otro, más específico, en el que seríamos capaces (no sin una buena dosis de concentración, eso sí) de escuchar cada una de las voces independientemente.
El contrapunto está asociado generalmente a la música antigua (Renacimiento y Barroco) pero podemos encontrar ejemplos del uso de esta técnica en todas las épocas y estilos.
Estudio analítico del contrapunto en la Fuga nº 1 de Shostakovich en el que se puede ver cada una de las voces en un color diferente.
De lo más sencillo a lo más complejo
Para que pueda haber contrapunto es necesaria la participación de, como mínimo, dos voces o melodías (las voces pueden ser interpretadas por un grupo de instrumentos, un coro o un instrumento polifónico como el piano o la guitarra). Podemos decir, por tanto, que el contrapunto a dos voces es el nivel más sencillo. A partir de ahí, se puede ir incrementando el número de voces: a mayor número de partes mayor virtuosismo compositivo, pero también mayor dificultad para entender la música. Por eso, lo habitual es que el número máximo de voces sean cuatro.
Sin embargo, algunos compositores han experimentado con los límites de la percepción humana componiendo obras con un número de voces extraordinario. Este es el caso de la obra Spem in Alium del compositor inglés Thomas Tallis que está compuesta para, nada menos que, ¡40 voces independientes!
El canon: un contrapunto sencillo pero muy efectivo
De los diferentes tipos de obras que emplean la técnica del contrapunto quizá la más popular sea el canon. El canon consiste en una melodía que puede ser cantada -o tocada- por varias voces de forma escalonada. Es decir, primero empieza un cantante, al rato comienza otro, después otro, y así sucesivamente produciendo el efecto de una persecución constante. A este tipo de contrapunto se le denomina contrapunto imitativo.
Un ejemplo muy conocido de canon es la canción popular francesa Frere Jaques, que podéis escuchar a continuación, en la estupenda versión del grupo Mundwerk. No os perdáis el alucinante efecto vocal que utilizan hacia la mitad de su interpretación: el canto difónico.
La invención
En el contexto de la música contrapuntística, la palabra invención hace referencia a un tipo de obras características del siglo XVII, generalmente para teclado, para dos y tres voces. Las invenciones más famosas son las de J.S.Bach, y fueron pensadas para que sus alumnos se ejercitaran tanto en el teclado como en el estudio de la composición contrapuntística. Las invenciones también se consideran contrapunto imitativo, como los cánones, solo que en la invención lo que se imita es un pequeño fragmento de melodía -no la melodía completa-. Este fragmento melódico se denomina tema.
Las 15 invenciones a dos voces de Bach son un clásico del piano y no tienen desperdicio. Os dejo con un curioso vídeo de la invención número 13. En el vídeo se muestran las dos voces como rectángulos que caen sobre un teclado. Los rectangulitos verdes representan una voz y los azules la otra.
La fuga: la reina del contrapunto
Y llegamos, por fin, al procedimiento contrapuntístico por excelencia: la fuga.
La fuga es la composición contrapuntística más compleja que existe. Tiene un mayor número de voces que las invenciones (cuatro habitualmente) y posee un estructura fija que debe ser seguida porel compositor. La fuga consta de: exposición, episodios, estrechos y coda.
El resultado sonoro de una fuga es, como he comentado más arriba, el de una especie de conversación musical. Por eso, las fugas suelen ser obras exigentes para el oyente y al principio pueden ser desconcertantes. Sin embargo, merece la pena hacer el esfuerzo de escucharlas con atención, ya que una buena fuga es capaz de aunar de manera sublime intelecto y emoción.
Os dejo con dos fugas de épocas muy diferentes. La primera es una fuga de Bach (interpretada con el sistema de rectangulitos, que ayuda visualmente a seguir las voces), y la segunda, una fuga del compositor ruso Dmitri Shostakóvich. ¡Hasta el próximo artículo!
Muy buen artículo 👍 Gracias por compartirlo, amigo.
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