¿Encierran las partituras de los grandes compositores enigmas o mensajes ocultos?¿Podemos reconocer mensajes cifrados al escuchar su música? Y si es así, ¿en qué consisten estos mensajes?
A nadie se le escapa que los compositores son personas muy creativas e ingeniosas. Son músicos que se pasan la vida jugueteando con los sonidos y trasteando con las notas. Y, precisamente por esto, no debería extrañarnos que en ocasiones utilicen la notación musical para dejar mensajes encubiertos. A estos mensajes que, como veremos a continuación suelen ser muy sencillos, se les conoce con el nombre de criptogramas musicales.
¿Qué es y cómo funciona un criptograma?
Un criptograma es un pequeño fragmento de mensaje cifrado. La técnica más empleada para la elaboración de un criptograma es el cifrado por sustitución, que consiste en reemplazar las letras de un texto por números o símbolos. Para resolver el criptograma debemos hallar la correspondencia entre las letras del texto original y los símbolos sustituidos.
Curiosamente, en el mundo de la notación musical hay una forma muy sencilla de elaborar criptogramas. Esto es posible porque (como ya vimos en otro artículo) tanto en la notación alemana como en la inglesa se usan las letras del alfabeto para representar las notas musicales. En estos sistemas la nota do se corresponde con la letra c, re con la letra d, mi es e, fa es f, sol es g, la es a, si bemol es b y si natural es h. Por lo tanto, una palabra como gafa podría interpretarse con las notas sol-la-fa-la. ¿Interesante, verdad?
Evidentemente, las posibilidades de crear palabras con este método son bastante limitadas pues solo contamos con unas pocas letras disponibles y el resultado sonoro no siempre es satisfactorio. Sin embargo, esta limitación no ha impedido que muchos músicos hayan explorado esta posibilidad y, en consecuencia, nos hayan dejado algunos mensajes subliminales en sus obras.
Johan Sebastian Bach
Johan Sebastian Bach empleó las letras de su apellido en muchas de sus composiciones. Las notas si bemol-la-do-si natural (en este orden) están presentes en sus obras y, como ya podemos intuir, no por casualidad. Digamos que, al usar estas notas, Bach realizaba una especie de firma sonora. En el siguiente vídeo podéis escuchar un ejemplo de cómo suena la firma del compositor alemán:
Robert Schumann
Schumann fue un gran aficionado a emplear criptogramas en sus partituras. De hecho, su primera obra se llama Variaciones Abegg. ¿Y que es Abegg? Pues, efectivamente, un criptograma que juega con las letras del apellido de un personaje inventado por Schumann, Meta Abegg. La correspondencia sonora de Abegg es: la-si bemol-mi-sol-sol.
En otra de sus obras, Carnaval Op. 9, Schumann hace un uso reiterado del criptograma Asch (la-mi bemol-do-si natural). Asch hace referencia a una ciudad de la República Checa en la que nació su prometida por aquel entonces Ernestine von Fricken. Pero, además, la palabra Asche también significa cenizas en alemán -en referencia al Miércoles de ceniza-.
Dmitri Shostakovich
Al compositor ruso Dmitri Shostakovich le gustaba “introducirse” literalmente en sus obras. Para ello se servía de las notas re-mi bemol-do-si, que en notación alemana equivalen a DSCH. Estas letras no son otra cosa que la transliteración de la inicial de su nombre y el comienzo de su apellido al alemán (Dmitri Schostakowitsch). En el siguiente vídeo podéis escuchar como suena tocado por las trompas y los trombones a partir del segundo 16.
Criptogramas como homenaje a compositores
Otro uso habitual de los criptogramas musicales es introducirlos en las obras de homenaje a un autor admirado. Algunos de los ejemplos más interesantes son: GADE (sol-la-re-mi) en referencia al compositor danés Niels Gade, CAGE (do-la-sol-mi) por el compositor americano John Cage o BEBA (si bemol-mi-si bemol-la) por Bela Bartok.
La canción del repollo
Repollo en inglés se dice cabbage es decir do-la-si-si-la-sol-mi. Esto le ha servido a Andrew Huang para hacer un tema de rock duro divertidísimo que podéis escuchar en el siguiente vídeo. ¡Hasta el próximo artículo!
Luis, aunque tarde, muchas gracias siempre por tus enseñanzas. No hago normalmente comentarios porque resultaría aburrido decir siempre que me parecen muy instructivos. Ahora escribo aquí para hacerte una petición: he oído hablar de la fuga ahora mismo en la televisión y no entiendo lo que es aún buscando en Internet. Tú que eres tan claro explicando, si te va bien, ¿podrías hablar de ello? Muchas gracias en cualquier caso. Marisa
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Hola Marisa, muchas gracias por comentar y por seguir el blog. Tomo nota de tu petición de un artículo sobre la fuga. De todos modos, tienes una breve explicación en el post titulado Punto contra punto de este mismo blog: https://latablaarmonica.wordpress.com/2016/04/29/punto-contra-punto/. Un saludo
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