George Crumb Spiral Galaxy
¿Es posible crear una partitura musical que, además de servir para ser tocada, se pueda admirar como si de un cuadro se tratase? ¿Se puede romper con la monotonía de la notación musical, en su eterna sucesión de pentagramas y compases, y hacer de la partitura una experiencia multisensorial? Como veremos a continuación, la respuesta es sí.
En este artículo os propongo un recorrido por algunas de las partituras más sorprendentes de la historia de la música.
El compositor americano George Crumb es el autor de algunas de las partituras más alucinantes que se han escrito. Las creaciones de Crumb son auténticas obras de arte que van más allá de una mera guía para el intérprete. Como podemos ver en estas imagenes, pertenecientes a su ciclo para piano Makrokosmos I y II – inspiradas en el zodíaco-, los pentagramas se disponen en forma de cruces, espirales, ojos y estrellas.
Pero las partituras de Crumb no son las únicas -ni las primeras- de la historia que juegan con su aspecto visual. Aquí podemos ver el manuscrito, con forma de corazón, de la canción Belle, Bone, Sage, del compositor francés del siglo XV Baude Cordier.
En esta otra imagen tenemos una muestra más reciente de una partitura visualmente llamativa del compositor alemán Karlheinz Stockhausen.
Musicogramas
Las partituras que hemos visto hasta ahora poseen un fuerte impacto visual pero, aun así, no dejan de utilizar una notación musical muy próxima a la notación convencional (es fácil reconocer los pentagramas, las notas, los ritmos, etc.).
Sin embargo, existen otras formas de representar la música en las que la grafía utilizada no tiene nada que ver con la notación estándar. Este es el caso de los musicogramas.
Los musicogramas son guías de audición que sirven para representar diferentes parámetros de la música empleando gráficos y dibujos llamativos. Los musicogramas no sirven para interpretar la música si no que ayudan a comprenderla y refuerzan la escucha.
Un buen ejemplo de esta técnica lo podemos ver a continuación. Se trata de la preciosa partitura creada por Rainer Wehinger para ilustrar la música de la obra electrónica Artikulation de György Ligeti.
En el siguiente vídeo podéis escucharla y seguir la partitura:
Pictogramas
Si en los musicogramas la relación entre los sonidos y los símbolos que los representan es completamente arbitraria, en los pictogramas el vínculo entre ambos es mucho más estrecho. Aquí, los dibujos reflejan de manera figurativa lo que debe realizar el intérprete. Este es el caso de la divertidísima Stripsody de la cantante Cathy Berberian que podéis ver a continuación:
La no-partitura
¿Es posible que exista algo a lo que podamos denominar como no-partitura? Sí, la partitura de la no-música. Y con este juego de palabras me estoy refiriendo a la famosa obra de John Cage, 4´33´´. En su obra 4´33´´, John Cage pide a los músicos que permanezcan en el escenario con sus instrumento durante un tiempo de cuatro minutos y treinta y tres segundos, ¡sin tocar una sola nota! Esta es su no-partitura:
En la partitura de Cage se puede leer “Para cualquier instrumento o combinación de instrumentos” y las indicaciones de los tres movimientos con la palabra Tacet (Tacet significa mantener un silencio prolongado).
Bromas musicales
Por increíble que parezca, todas las composiciones que hemos visto hasta ahora son reales y se pueden interpretar. Pero existe otro tipo de partituras hechas para divertir y sorprender que son musicalmente inviables. Este es el caso de las partituras de John Stump, James Plakovic o Ojisama y Waltz. Os dejo con algunas de estas ingeniosas creaciones ¡Hasta el próximo artículo!
String Quartet No. 556(b) for Strings In A Minor (Motoring Accident) de John Stump
Atushi Ojisama and Ijigen Waltz (from “A Tribute to Yamasaki Atushi”)
“World Beat Music” de James Plakovic
La Tabla Armónica 
Como siempre artículos de calidad, me alegro de haber encontrado esta página. Gracias por los contenidos.
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Muchas gracias, Pedro. Me alegro de que te guste el blog. Un saludo!
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